lunes, 26 de septiembre de 2022

Kathrine Switzer, una carrera por la igualdad

En la primera entrada de este diario de aprendizaje se hizo una breve referencia a Kathrine Switzer por ser una mujer fundamental en la historia del atletismo femenino, lo cual se centra tanto en mi ámbito más personal como amante del atletismo como en mi ámbito de trabajo en el Consejo Superior de Deportes. Pero su historia y su contribución a la igualdad entre mujeres y hombres merece más que un simple párrafo.

La misma mujer. El mismo acto. 50 años de diferencia

Kathrine Virginia Switzer es una mujer de nacionalidad estadounidense, aunque nacida en Amberg (Alemania) poco después de que terminase la Segunda Guerra Mundial, concretamente el 5 de enero de 1947.

Se ha dedicado profesionalmente a la literatura como escritora, a la televisión como comentarista y al atletismo como atleta. Pero más allá de su vida profesional destaca por un hecho que protagonizó cuando tenía 20 años: ser la primera mujer en correr un maratón con dorsal. Lo hizo en Boston el 19 de abril de 1967, un día que a la larga se terminaría convertiendo en uno de los días más importantes de la historia del atletismo y del deporte, femenino. 

Y es que en esa época la maratón era un espacio, como muchos otros, reservado exclusivamente a los hombres. En este contexto, la joven de 20 años Kathy decidió ponerse un chándal y unas zapatillas y participar en la maratón de Boston. Evidentemente tuvo que acometer cierto "truco" (llamémoslo así) para poder hacerlo, teniendo que inscribirse a la prueba sin utilizar su nombre real, puesto que hubiera sido una primera barrera que impediría su participación en la prueba.

Bajo el nombre de KV Switzer pasó despercibida hasta el momento en que se dio el pistoletazo de salida. Fue en ese momento cuando Jock Semple, uno de los organizadores de la maratón, fue a detenerla por el simple hecho de ser mujer. Por suerte, y por la ayuda de su novio, su entrenador y otros corredores del maratón, consiguió llegar a la meta escoltada por ellos, convirtiéndose en la primera mujer de la historia en terminar la mítica distancia de forma oficial y con un dorsal en la camiseta.

18000 mujeres participan en Madrid en la Carrera de la Mujer

Hoy en día vemos una imagen de una carrera y no nos extraña ver a mujeres en ellas (incluso vemos carreras reservadas exclusivamente para ellas, siendo la más famosa la Carrera de la Mujer, una carrera nacida con el objetivo de dar visibilidad y apoyo al deporte femenino), lo cual sirve para que muchas mujeres incorporen el deporte a sus vidas como forma de cuidarse y alternativa de ocio, construyendo una sociedad más feminista.

Desde aquel primer paso de Kathy, siendo pionera y atreviéndose a desafiar la desigualdad entre hombres y mujeres de la época y poniendo la primera piedra para que las mujeres pudiesen participar en eventos deportivos, hasta imágenes como la anterior ha habido numerosas mujeres que han tenido que luchar contra estereotipos y pensamientos (que por desgracia todavía se defienden desde algunos sectores de la sociedad) de que las mujeres no tienen cabida en el deporte. Y esto se lo debemos en gran parte a la valentía de KV Switzer, una mujer que rompió las normas establecidas para construir una sociedad más igualitaria, y por tanto mejor.

Por todo esto, la vida de Kathrine Switzer es una vida que merece ser contada, reconocida y valorada. Habiendo nacido en la víspera de una noche de Reyes el regalo que nos hizo Kathy no hubiera poder sido mejor.


Fuentes e imágenes:




jueves, 22 de septiembre de 2022

Sobre la Liga F y la desigualdad

Quienes hayan estado últimamente al tanto de la actualidad deportiva habrán escuchado hablar de la Liga F. Para los que no, me refiero a La Liga Profesional de Fútbol Femenino, la máxima competición de fútbol femenino en España que, impulsada por el Consejo Superior de Deportes, inaugura el carácter de profesional esta temporada.

Para analizar la problemática que ha supuesto y supone he elegido el siguiente artículo, escrito por Alfredo Relaño en el Diario As en el día de hoy.




Lo he elegido porque contrasta desde un primer momento las diferencias entre mujeres y hombres en varios ámbitos del plano económico: las asistencias a los estadios (mucho mayores en el fútbol masculino, más allá de alguna excepción de partidos cuidadosamente seleccionados y en el que los precios de las entradas fueron de gratuitos a precios simbólicos), los ingresos televisivos (1900 millones de euros contra 7 millones de euros, lo que quiere decir que se viene pagando lo mismo por un partido de la liga masculina que por 270 de la liga femenina) o los salarios de los y las futbolistas (155.000 € al año contra 16.000 €). En definitiva, cifras que evidencian que hay mucho que recorrer hasta conseguir un escenario parecido a la igualdad.

¿Pero de dónde surgen estas diferencias tan amplias? Probablemente tengan su origen en los patios de los recreos. Siendo difícil asociarlas a una diferencia de sexo entre niños y niñas (básicamente porque a edades tempranas la diferencia física entre uno y otro sexo es prácticamente nula), encontramos el origen en como la sociedad ha desarrollado géneros que impulsan de una forma casi automática a los niños a dar patadas a un balón y a soñar con ser el nuevo Messi (generando ingresos a la Liga desde sus primeros años de infancia: comprando balones, cromos, camisetas, entradas para los estadios o pagando por los canales de televisión), y que frenan a las niñas a soñar con ser la nueva Alexia Putellas.

Si hablamos de estrategias a seguir para acabar con estas desigualdades de género creo que se está tomando el camino correcto al impulsar una Liga Femenina profesional y bien remunerada que lleve a las niñas a pensar que el fútbol les puede proporcionar un futuro digno, lo cual les supondría una gran motivación. Juntándolo a otras estrategias como potenciar el deporte base femenino en las escuelas a través de grupos mixtos, lo cual ayudaría a romper estereotipos de genero, o proporcionar más espacios a mujeres deportistas en la televisión  pública, lo cual serviría para aumentar el valor del deporte femenino, se podrían dar grandes pasos en un período más o menos pequeño de tiempo.

Hoy por hoy, sin duda el artículo seleccionado muestra un panorama desalentador en términos de igualdad. Por suerte, parece que el panorama está empezando a cambiar. Aunque, por desgracia, aún queda muchísimo por recorrer.

domingo, 18 de septiembre de 2022

¿Nos conocemos?

Buenos días, tardes o noches.

Mi nombre es Aziz, tengo 26 años, soy de Madrid y trabajo en el Consejo Superior de Deportes.

Estoy participando en esta experiencia de aprendizaje con la intención de ampliar mis conocimientos en materia de igualdad entre mujeres y hombres. Porque aunque se están viendo y haciendo latentes en la sociedad números avances en este campo aún queda mucho por hacer y muchas barreras por derribar hasta conseguir una igualdad real.

Kathrine Switzer, pionera en Boston

Como amante del deporte y del atletismo he elegido esta imagen por dos motivos: por los valores que representa y con los que me identifico, como pueden ser el esfuerzo y la constancia y la valentía, y por lo que representa en materia de igualdad: la protagonista de la imagen es Kathrine Switzer, una mujer alemana-estadounidense que fue la primera en correr una maratón oficial con dorsal, a pesar de estar prohibido que las mujeres corrieran, conviertiéndose en un referente para muchas mujeres del mundo y poniendo una de las primeras piedras del atletismo y deporte femenino.

Con ella me despido. Un abrazo, Aziz.

Una mirada sobre la igualdad más allá de las fronteras y de las clases sociales

Para dar por terminado este curso me gustaría invitaros a reflexionar sobre la importancia de luchar por la igualdad entre mujeres y hombres...